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2/5/10

-Baila conmigo -se burló saliendo descalzo a la terraza mientras lo observaba hecha un ovillo en el sillón. Todavía llevaba la copa en la mano y la usaba como compañera provisional mientras intentaba tentarme con una sonrisa.
-Tengo demasiado sueño para bailar -ronroneé estirándome en el sofá.
-Tienes demasiados sueños como para no hacerlo -insistió tendiéndome una mano aparentemente inocente.
Al final bailamos. Bailamos y todo lo demás.

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