
¿Por qué le temblaban las rodillas? ¿Por qué sentía que el corazón estaba a punto de escapársele del pecho como una mariposa traicionera? "Cálmate", se ordenó a sí misma apretando los puños. Suspiró profundamente y descubrió que había estado conteniendo la respiración. Él la miró con aquella sonrisa pícara que comenzaba a sacarla de quicio.
-No puedes hacerme esto-. Murmuró entre dientes y él comenzó a reír a carcajadas por encima del café.
-¿Hacerte qué?-Repitió él a la vez que alargaba una mano por encima de la mesa y le rozaba levemente la barbilla.
Ella se mordió el labio vencida.
-Esto-.Susurró antes de dejarse caer hacia atrás en la silla con la cabeza dándole vueltas.
Claro que puedes, es más, debes hacerselo!!!!!
ResponderEliminareso mismo digo !!!! saludos
ResponderEliminarEstoy de acuerdo con Abel...(como me cuesta decirlo)!!!!
ResponderEliminarPuedes y debes hacerlo siempre que lo deseas...sin pensarlo mucho!!!!
No solo de fantasias y sueños vivimos.jajajaja